Para los que queremos avistar algún Quetzal, las noticias son buenas, porque la población que vive en nuestra Reserva permanece todo el año con nosotros, y los 12 meses del año tenemos el privilegio de compartir con él, ¡en su propia casa!

Sin embargo, para ellos, la noticia no es tan buena: debido a la alta deforestación de la zona y de los tramos que normalmente recorrían para buscar alimentos y migrar por estaciones hacia otras montañas, ellos no son capaces de volar más lejos: morirían de hambre o de cansancio por no tener espacios en dónde reposar. Es por ello que, aunque no hay ninguna garantía que algún Quetzal esté cerca justamente cuando alguna visita quiere avistarlo, las posibilidades son altas, y de todas maneras, será una experiencia única recibir los regalos que generosamente nos ofrece el maravilloso bosque nuboso.

Es importante considerar que durante los meses de Abril y Mayo permanecen más tiempo dentro del bosque, buscando algún nido para prepararse para la época de apareamiento. En esta época aunque se escuchan dentro de la montaña, las ramas y hojas de los árboles hacen que sea un poco más difícil localizarlos.